Marranada

No sé manejar. No me interesa aprender tampoco, con mis problemas de nervios me basta y sobra. A veces se me complica volver de ciertos lugares o a ciertas horas, pero bueno, es el precio que pago por la vida que elijo (gran cita de El Padrino 3). A veces me he sentido tentado a hacerlo, pero me faltaron ganas o tiempo. Tiempo tengo, pero las ganas se me fueron por algo que vi: El lunes a la mañana volvía caminando a mi trabajo caminando por Remedios de Escalada, cuando al llegar a la esquina de la Avenida 25 de Mayo, vi con asombro cómo un auto (no me pregunten marca ni color) entraba en la estación de servicio a contramano (!) después de haber doblado a la izquierda en el semáforo (!!). Cuando puedo mirar al conductor, el tipo iba manejando con una mano y con la otra iba hablando por celular (!!!!!!). Por suerte los autos que venían de frente le hicieron el lugar para que el señor pueda entrar en la estación de servicio... Gracias a Google Earth y a mis nulos conocimientos de Paint pude hacer un croquis de la situación, como yo la vi (clic para agrandar, si no se puede leer):



Ahora, la reflexión. Reconozco que soy un peatón imprudente y he sido un ciclista imprudente. Me han atropellado alguna vez y he estado muy cerca de que lo hagan en varias ocasiones, pero nada de ello me habilita a saber qué pasaría conmigo y un auto o moto. Y, a decir verdad, no sé que hubiera hecho en ese caso. Si soy el tipo que viene haciendo semejante barrabasada, debería haber mirado mejor el sentido de la calle (suponiendo que no lo hizo a propósito). Si fuera el tipo que estaba en el auto que le dio el paso, la verdad, no sé si se lo daría... quizás le hubiera adelantado el auto, cerrándole el paso al suyo, como para que pensara un poco antes de hacer semejante imprudencia. Si fuera un inspector municipal.. momento, no había ninguno en los alrededores.
Realmente, hoy por hoy, un auto es un arma.... y no todos estamos capacitados para manejar una. Yo estoy seguro de no estarlo... por eso prefiero caminar.
Fleder.-